Es necesario evaluar para comprender. Evaluar para mejorar. Resulta imprescindible imprimir a la evaluación una finalidad asentada en la racionalidad y en la justicia. Se puede evaluar para fines diversos. Unos son de naturaleza más rica (diagnosticar, comprender, dialogar, mejorar) y otros de naturaleza más pobre (comparar, clasificar, controlar, jerarquizar)
...Podría darse el caso de un centro que abandonase proyectos de extraordinario calado educativo para ponerse a ganar puestos en la clasificación.
Miguel A. Santos Guerra
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